Esta asociación recibe un promedio de cinco correos a la semana alertando sobre algún propietario que agrede físicamente a su mascota, no le da el cuidado que se merece o la abandona, por ello la necesidad de recuperar el valor de la vida y sobre todo la gran responsabilidad que representa el tener un animalito en casa, planteó López Reta.

En su visita al Colegio Hikma, como parte de su programa escolar de fomento al Bienestar Animal, la representante de FUPA, sostuvo que un niño que violenta a su mascota es altamente probable que repita el comportamiento con sus compañeros de clase (Bullying) y más tarde, en su vida adulta, pueda violentar a su pareja.

Con respecto a que se compren los perros, a manera de regalo en navidad, enfatizó que el mensaje que se envía a los pequeños es negativo al dar mayor valor a un perro de raza que a uno callejero.

Eso porque se estaría diciendo, indirectamente al niño, que vale más la imagen de alguien que la esencia. “Esta en las manos de los papás. No importa cómo te veas físicamente tú vales por ser quien eres”.

Cabe recordar que, entre las variantes de la agresión, además de la física, se violenta a la mascota cuando se le deja a su suerte, en el abandono, como el hecho de tenerlo en azoteas, sin cuidar su aseo, su alimentación o no sacarle a pasear, por mencionar tan sólo algunos.

Sobre ese tema, la directora de FUPA enfatizó que en ocasiones los papás desean generar el sentido de la responsabilidad en sus hijos regalándoles un can que de momento llama la atención de los chicos, pero la experiencia indica que no es lo mejor, pues finalmente la tarea del cuidado recae casi siempre en alguno de los padres.

La recomendación es que todos los integrantes de la familia participen del cuidado y atenciones del sabueso, pues de lo contrario se corre el riesgo de se terminen deshaciendo de él.